“El presidente chino Xi Jinping podría ser el más idóneo para mediar en este conflicto si aceptara convocar a una reunión entre las partes”.
“El presidente chino Xi Jinping podría ser el más idóneo para mediar en este conflicto si aceptara convocar a una reunión entre las partes”.

No soy un experto en política internacional así que escribo este artículo a riesgo de ser criticado por ingenuo o atrevido. Siempre he pensado que, cuando hay una guerra, es resultado de un fracaso diplomático que impidió que las distintas partes negociaran un acuerdo que satisfaga a todos y evite el conflicto armado. Es evidente que hay distintos puntos de vista sobre las motivaciones de Putin para invadir Ucrania. Él menciona que era un tema de seguridad porque la OTAN estaba a punto de anexar a dicho país, otros indican que él quiere restablecer una Rusia imperial y exige la retirada de las fuerzas de la Alianza del territorio de aquellos países que se adhirieron después de 1997. De ser lo primero, ¿no se podría pensar en una solución diplomática entre la OTAN, Rusia y Ucrania?

La diplomacia puede no funcionar, pero siempre debemos hacer el intento. El Consejo de Seguridad de la ONU fracasó en su intento de condenar la invasión rusa a pesar de tener 11 de los 15 votos debido al veto que tiene Rusia, una vez más mostrando su incapacidad para resolver conflictos que involucran a los miembros permanentes de la misma. ¿Quién podría actuar de mediador?

Aunque puede parecer iluso, el presidente chino Xi Jinping podría ser el más idóneo para mediar en este conflicto si aceptara convocar a una reunión entre las partes en el marco del foro de líderes del Grupo de los 20 que tendría que empezar con un acuerdo inicial de cese del fuego. Se podría ofrecer a Putin la neutralidad de Ucrania, el compromiso de no anexarla nunca a la OTAN y el retiro inmediato de las sanciones económicas impuestas si Rusia se retira inmediatamente de Ucrania y se compromete a respetar su soberanía. De no aceptar Putin, dejaría en evidencia objetivos imperialistas que van más allá de su supuesta preocupación por la seguridad fronteriza.

¿Qué ganaría China? Mitigaría el impacto de una crisis económica que irremediablemente la afectaría si la guerra se prolonga y escala. Repetidamente China ha expresado su preocupación por la seguridad fronteriza rusa y la expansión de la OTAN y la necesidad de buscar una salida diplomática, por lo que sería la oportunidad para que demuestre su voluntad para asumir un rol de liderazgo en la resolución de un conflicto de implicancias globales. Por el momento una solución diplomática con mediación de terceros estaría fuera de la mesa, lo que es un error ya que resultaría en mayores envíos de armas a ambos países y a un escalamiento del conflicto con un fuerte impacto económico global, más allá del daño a ucranianos y rusos.



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