El reporte es selectivo porque frente a los 84 conflictos minero-formales referidos, solo consigna 7 minero-informales e ilegales en que comunidades exigen actuaciones del Estado, a pesar de la masiva transgresión a los derechos humanos en ese ámbito. Asimismo, del número total de conflictos, el reporte califica 53 como latentes, 25 de ellos minero-formales que tendrían en promedio 6 años inactivos y sin indicios objetivos de reactivación. Ejemplo, Conga (2011), un proyecto que no está en planes de inversión o el pliego de la federación de trabajadores mineros (2019), denegado por la autoridad y sin apoyo de sindicatos de base. Por último, en Lima Metropolitana con 33% de la población del país, solo registra 3 conflictos. En conclusión, el reporte es selectivo en la ponderación del conflicto minero-formal.