[Opinión] Después no se quejen

Lo más saltante de las últimas elecciones municipales es el impresionante índice de ausentismo en los llamados distritos mesocráticos. Es así que en San Isidro el ausentismo fue de 33.8%, en Miraflores de 32.3%, en San Borja 26.6% y en Surco de 26.2%. Está claro que este fenómeno ha sido mayor en los sectores altos a quienes la multa no los disuade de faltar a su obligación democrática a pesar de que los centros de votación están más cerca y el sufragio mejor organizado libre de largas colas.

Felizmente en esta elección la izquierda ya venía disminuida, pero si se hubiera producido una situación como la de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales pasadas, Castillo habría vuelto a ganar solo por la irresponsabilidad de estos sectores que no aprenden nada a pesar de lo que estamos viviendo en el país.

Los grandes perdedores han sido la izquierda en su conjunto y Fuerza Popular. Basta anotar que Perú Libre solo ha obtenido en la capital 1.5% de votos válidos y Juntos por el Perú 6.4%. Es decir, ambas agrupaciones suman solo 7.9%, que es bastante bajo. Es más, no logran obtener ninguna alcaldía distrital ni provincial y ninguna gobernación. Esto es una clara respuesta de la población al pésimo gobierno de Castillo.

Igualmente, Fuerza Popular, a la que nunca le ha ido bien en elecciones municipales y regionales en el pasado, ahora ha salido muy golpeada de esta elección sin una representación a nivel nacional.

Los grandes ganadores han sido los movimientos regionales y locales que han ganado en varias alcaldías y gobernaciones, lo que es un reflejo de la debilidad de los partidos políticos nacionales.

Está claro que las reformas electorales promovidas por el gobierno de Vizcarra no han mejorado nuestro sistema de elección y que la tarea de construir un nuevo sistema de representación sigue pendiente.

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