(Foto: @photo.gec)
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Las cosas se ponen feas. El presidente Castillo no gobierna, sobrevive toreando vacancias. La calle le ha dado la espalda. Una encuesta del IEP mide que, en febrero, el 52% de la población quería que se vaya. Ahora lo pide el 72%. La explicación la da Ipsos en otra encuesta: durante la pandemia, con todo el cierre de la economía encima, el costo de vida apenas preocupaba al 12%. Ahora ha saltado al 32%. Seguirá creciendo porque, según el BCR, hemos entrado al mayor proceso inflacionario en lo que va del siglo. Todo será más caro. Quizá sea por la guerra entre Rusia y Ucrania, o por las crisis de alimentos, o seguro por mal gobierno. Pero el pueblo ya lo sentenció, la culpa la tendrá Castillo. En resumen: hambre creciente y popularidad menguante. Castillo se terminará yendo pronto, renunciado o vacado dará lo mismo. La razón será cualquier excusa a la mano. Entonces viviremos otra crisis, tal vez de mayor turbulencia, por la transición y el nuevo gobierno.

Leamos un poco. La ministra de Trabajo, Betssy Chávez, quiso eliminar la tercerización y promover reglas laborales que parecían muy favorables a los trabajadores. Ya lo sabe, fue censurada, dicen por venganza de su propio partido. Lo que llama la atención es que nadie saliese a defenderla, ni el más pequeño de los sindicatos. Epílogo 1: tenemos 75% de la PEA informal, los trabajadores regulares son una minoría, la urgencia es crear empleo sostenible que se logra con crecimiento económico y no con normas legales. Otra: antes los trabajadores hacían huelga. Ahora, los de Las Bambas marchan en ciudades en antihuelga, quieren trabajar, exigen que la empresa reinicie operaciones. Ella también lo quiere, pero no puede por conflictos con las comunidades. Antes los gobernadores regionales promovían cierres de minas. Ahora los del Cusco y Apurímac exigen que el Gobierno resuelva el conflicto de esa minera, porque si no opera no llegará canon para obras. Epílogo 2: ¿la tortilla se vuelve para convencernos lo necesaria que es la minería formal? Otra más: el campamento minero Los Chancas de la Southern fue atacado por la comunidad de Huancuire. No reclaman daño ambiental, ni compensaciones. Sin excusas solo quieren que la minera cierre para seguir ellos explotando artesanalmente los yacimientos. Epílogo 3: ¿entramos a una fase de explotación ilegal masiva? La minería informal es la que destruye, lo hizo el oro con gran parte de la Amazonía. ¿Sigue el cobre con los Andes?

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Estos son algunos epílogos que explican la crisis que sufrimos. La izquierda privilegió a los obreros, cada vez menos porque hay menos fábricas y más servicios. Defendió el medio ambiente, pero fue paciente con las violaciones de la informalidad. Defendió minorías y reivindicó derechos civiles, pero olvidó la producción. La derecha hizo crecer la producción como nunca, pero permutó libertad por libertinaje al eliminar regulaciones y controles. En la prosperidad se olvidó de las instituciones. Cuando estalló la crisis, para atender reclamos, regalamos populismos en lugar de vencer nuestros olvidos. Para salir de ella, si es de izquierda recupere economía, si es de derecha recupere democracia y mezclémonos un poco.

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