“El argumento por más impuestos es que se recauda por debajo del promedio de la región, pero las tasas de nuestros impuestos están por encima. La solución no es aumentar los impuestos, sino cobrarlos”. (Foto: GEC)
“El argumento por más impuestos es que se recauda por debajo del promedio de la región, pero las tasas de nuestros impuestos están por encima. La solución no es aumentar los impuestos, sino cobrarlos”. (Foto: GEC)

Las propuestas por más vienen con alarmas que meten bulla, pero que ocultan lo importante. Es cierto que los servicios públicos requieren más gasto social. No es una frase cualquiera. Con la pandemia hemos sufrido ser el doloroso primer lugar con más muertos por millón de habitantes y estamos siendo el vergonzoso último lugar en abrir los colegios. No pudimos evitar ese desastre a pesar de gastar todas las reservas fiscales. Por si fuera poco, el mayor costo está por venir, cuando nuestro desarrollo se retrase por mala salud y pésima educación. Así que ya sabemos que necesitamos con urgencia más ingresos fiscales. Entonces, ¿dónde está el problema?

El argumento por más impuestos es que se recauda por debajo del promedio de la región, pero las tasas de nuestros impuestos están por encima del promedio. La solución no es aumentar los impuestos, sino cobrarlos. El ministro reporta que la evasión fiscal es el triple del presupuesto de salud o el doble del de educación y que equivale al 8% del PBI. Pero también reporta que los nuevos impuestos solo recaudarían un 1.5% del PBI. Mirando cifras: ¿para qué pide un 1.5% si con lo que tiene puede cobrar hasta 8%, cinco veces más? Lo que ocurre es que esa evasión la genera la informalidad y no se quiere atacarla porque allí están los votos.

Otro tema es que no pagar impuestos es inmoral. ¿Cómo dice? Los impuestos son un asunto legal. La elusión se paga con multas e intereses altísimos. Si hay fraude, se paga con cárcel. No es asunto moral, pero si lo fuese, tendría que ver con la actitud para cumplir la ley. Sin embargo, el Gobierno y su partido son grandes evasores legales. Quieren desde modificar la Constitución por un referéndum que no está autorizado hasta proteger el cultivo de coca para que prospere el narcotráfico, el gran financista del terrorismo. En medio, olvidan lo obvio: la recaudación fiscal se incrementa con más gente que trabaje y con más empresas que generen utilidad. Pero el Gobierno boicotea cualquier intento de prosperidad.

Los impuestos son el precio que debemos pagar para vivir en una sociedad mejor. Ya sabemos que se requiere más ingresos fiscales, pero el Gobierno no muestra que será un administrador leal. Una salida intermedia: demos las facultades que el Gobierno pide para mejorar la administración y poder cobrar mejor los impuestos que ya existen. Pero si quiere aumentarlos, debe pagar primero, debe acreditar que cumplirá la ley, en sus actos y en sus declaraciones porque, hasta ahora, ha hecho de todo para no creerle.