(OPINIÓN) Carlos Parodi: “Marco macroeconómico 2022-25″

El marco macroeconómico multianual (MMM) es presentado todos los años, en el mes de agosto, por el MEF. Luego, en abril del año siguiente, presenta un informe de actualización de las proyecciones. El MMM contiene proyecciones macroeconómicas y los supuestos en los que se basan para un período de cuatro años. Además, contiene el informe técnico preparado por el Consejo Fiscal, una instancia independiente, que presenta su opinión sobre el documento.

Hace unos días, el 25 de agosto, el MEF presentó el MMM para el período 2022-25. Plantea un crecimiento económico de 4.8% para 2022 y 3.5%, 4.2% y 3.6% anual, para 2023, 2024 y 2025, respectivamente. La base sería un aumento de la inversión privada de 5.5% en 2022 y 4.8% en 2023. Además, en 2022, la inflación anual sería de 2.8%, el tipo de cambio promedio de 3.94 soles por dólar y el déficit fiscal de 3.7% del PBI.

Desde mi punto de vista es muy optimista. Primero, en los seis años previos a la pandemia, la economía peruana creció, como promedio anual, 3%. Segundo, para crecer a tasas de 4.8% anual, la inversión tendría que aumentar mucho más. La idea es simple: si crecer significa producir, entonces para poder lograrlo, alguien tiene que invertir antes. Y eso depende de tres factores: la evolución de la pandemia (¿tercera ola?), la incertidumbre política y la recuperación de expectativas. Para crecer a esos ritmos se necesita antes creer. El principal reto del gobierno actual es lograr aumentar la credibilidad. Los discursos no alcanzan. Se necesitan hechos concretos.

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Tercero, plantea un déficit fiscal (exceso de gastos sobre ingresos del sector público no financiero) de 3.7% del PBI en 2022 y 2.7% del PBI en 2023. Como resultado, la deuda pública alcanzará un máximo de 37.4% del PBI en 2023 para luego disminuir. Sin embargo, el solo hecho que el dólar ya se encuentre encima de 4 soles, hace poco probable esa meta, pues la parte de la deuda que está en dólares, se encarece, dado que el MEF recibe sus ingresos en soles. Además, señala que la baja recaudación se debe a la evasión tributaria. Por lo tanto, la disminución de la evasión será la clave para elevar los ingresos fiscales y bajar el déficit fiscal proyectado. De hecho, todos estamos de acuerdo en que hay que combatir todo tipo de evasión, así como es necesario ampliar la base tributaria y eso toma tiempo. En Perú, entre 7 y 8 de cada 10 trabajadores y 1 de cada 2 empresas son informales. La única forma de elevar los ingresos tributarios es con un mayor crecimiento económico. La lucha contra la evasión ayuda, pero no es suficiente.

La secuencia para recuperar la economía es así: los aumentos de la inversión, privada y pública, elevan el PBI. A su vez, el aumento del PBI hace crecer el empleo y la recaudación tributaria. Ambos elevan el gasto (privado en el caso del empleo y público al usarse la recaudación), y con ello se vuelve a elevar el PBI y así sucesivamente.

La trayectoria descrita es necesaria pero no suficiente. A partir de ahí, las reformas institucionales en sectores como salud y educación son las que conectan la macroeconomía con el bienestar de todos los ciudadanos.

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