Las políticas sociales, por su parte, aluden a acciones que desde el Estado –o con su apoyo– son ejecutadas para el logro del desarrollo humano personal y, en tal sentido, no son equivalentes a los servicios sociales, que son una expresión instrumental de las políticas sociales. Se refieren, más bien, a acciones estratégicas aplicadas en momentos específicos y sobre aspectos cruciales de la vida del ser humano, a los cuales se puede dar atención dentro del marco de actividades de las instituciones de la sociedad. En general, las políticas sociales tienen como objetivo la superación de la pobreza y para ello se subdividen en políticas de salud, educación, vivienda, etc. Al igual que en el caso de la política económica, por un lado, están las medidas (por ejemplo, el diseño de una política alimentaria) y, por otro, los impactos (siguiendo el ejemplo, la reducción de la tasa de desnutrición infantil). Observar los resultados económicos y los impactos sociales y no solo las medidas o la prestación del servicio social es una de las claves.