(Foto: Andina)
(Foto: Andina)

Observo la tendencia a remontar que tuvo la candidata Keiko Fujimori. Hay que recordar que ella comenzó desde muy abajo al inicio de la campaña de la segunda vuelta. Ese incremento que por momentos fueron más acelerados, por momentos se ralentizó, y eso parece que fue suficiente para llegar a este empate técnico y eventualmente ganar esta segunda vuelta. Esta tendencia creciente es algo a considerar.

Sobre los factores que le permitió registrar estas cifras, hay dos etapas. Una en la que Fujimori atenuó el antifujimorismo porque algunos dirigentes notables de la derecha se alinearon con ella. Como Mario Vargas Llosa. Y ello fue de la mano con esta campaña donde se asoció el comunismo y el socialismo del XXI con Pedro Castillo y Vladimir Cerrón. Ello le permitió remontar.

Luego, en las últimas semanas, dio el paso final que tiene que ver con que Fujimori habló a nivel identitario con un sector de la ciudadanía, con las mujeres del país. Y, en segundo lugar, realizó una lectura adecuada para ver los nichos del electorado al que podía acercarse. El hecho de sacar a votar a adultos mayores en zonas urbanas terminó conciliando la balanza a su favor.

Un tema a considerar también es el apoyo que Castillo mantuvo a pesar de la imagen que construyó. Hay un grupo importante que mantuvo su respaldo a pesar de sus deficiencias en los debates.