Es un gobierno improvisado y que, en muy poco tiempo, ha demostrado su total incapacidad para gobernar, señala el columnista. (Ilustración: Giovanni Tazza)
Es un gobierno improvisado y que, en muy poco tiempo, ha demostrado su total incapacidad para gobernar, señala el columnista. (Ilustración: Giovanni Tazza)

En un arranque de sinceridad, Vladimir Cerrón confesó que no pensaban ganar las elecciones y que su objetivo era pasar la valla electoral y poner una pequeña bancada, y le creemos. Es un gobierno improvisado y que, en muy poco tiempo, ha demostrado su total incapacidad para gobernar.

Esta semana la congresista Patricia Chirinos ha puesto en debate lo que ya es parte de toda conversación entre los ciudadanos: la vacancia presidencial. Nadie cree que este gobierno vaya a terminar su mandato y la discusión se centra en cuándo se producirá la interrupción esperada.

Es así que no tiene sentido que el Congreso deje de abordar un tema que ya está en la discusión cotidiana. Argumentan que no es el momento o que no hay los votos para ser aprobado, pero ese no es el tema central. Se trata de dejar de lado posiciones estratégicas y abordemos el tema de fondo que tanto preocupa a la gente.

En efecto, puede ocurrir que no se alcancen los votos para aprobar la vacancia, pero se habrá producido un debate en torno a la incapacidad de liderar el país del actual régimen. Además, el presidente se verá obligado a comparecer ante el pleno del Congreso para dar sus descargos.

No solo sería un fuerte llamado de atención al jefe de Estado, sino que nadie saldría fortalecido de un proceso así, sea cual fuere el resultado de la votación. Sino, miremos lo que pasó con PPK que tuvo que renunciar con la segunda moción de vacancia presentada a escasos meses del primero.

No podemos postergar lo que es inevitable. El daño que se le está haciendo al país es inconmensurable. No hay forma que alguien que no es líder aprenda a serlo solo porque tiene una oficina en Palacio.