Con 10 partidos que han logrado representación, el próximo Congreso será el más fragmentado de los últimos años (el actual comenzó con nueve bancadas y los dos anteriores con seis). Sin embargo, a pesar de este profundo fraccionamiento, lo más probable es que la polarización de la sociedad se traslade al Congreso y que se forjen alianzas que representen a cada una de las dos mitades en las que se ha partido el país. Habrá una alianza de derecha que estaría conformada por FP, RP y Avanza, y una de izquierda que la conformarían PL y JPP. Todavía no podemos saber a ciencia cierta qué posición tomará el resto de bancadas, dependerá de la postura que asuma PL.
Si Perú Libre y Castillo, de llegar al poder, optan por aplicar el ideario de Cerrón o, incluso, el atenuado Plan Bicentenario (que insiste en la renegociación de contratos, la restricción a las importaciones y el fomento de un Estado empresario), y si insisten en la convocatoria a una Asamblea Constituyente, será difícil que puedan forjar una alianza con APP y AP e, incluso, con SP, Podemos y el PM. En cambio, si Castillo opta por el camino de la moderación que Francke ha venido ofreciendo en los últimos días, parte de la bancada de Perú Libre (15 congresistas cercanos a Castillo) y JPP podrían forjar una alianza con SP, Podemos, el PM, y parte de APP y AP. A pesar de que este es el camino más estratégico para Castillo porque le permitiría ejecutar parte de sus propuestas moderadas y le daría cierta gobernabilidad, todo parece indicar que no pretende deponer algunos de sus ofrecimientos económicos polémicos y, menos aún, sus planes de convocar a una Asamblea Constituyente (Francke lo ha confirmado).
Castillo aún no asume una posición clara y es difícil anticipar qué pasará; solo queda esperar. Sin embargo, tal como están las cosas hoy y dada la correlación de fuerzas actual en el Congreso, todo indica que la derecha presidirá la Mesa Directiva (FP, RP y Avanza, con los votos de APP y AP), y eso le daría una ventaja importante.