[Opinión] Ariel Segal: Un Cristiano, Santa Claus y Coca-Cola es
[Opinión] Ariel Segal: Un Cristiano, Santa Claus y Coca-Cola es

Cuando el farmaceuta John S. Pemberton presentó un jarabe para ingerir en casos de problemas digestivos, nunca imaginó que se convertiría en una gaseosa popular a partir de 1891.

La Coca-Cola logró, por las excelentes y continuas campañas de publicidad, convertirse en una bebida que se apoderó del marketing mundial a través de la cultura popular y los deportes. El Santa Claus navideño, que proviene de leyendas basadas en un amable obispo cristiano del siglo IV, Nicolás de Bari, nacido en la actual Turquía, no se basa en iconografías del personaje real, sino en una imagen creada por The Coca-Cola Company, que en 1931 hizo una campaña publicitaria basada en una figura del caricaturista del siglo XIX Thomas Nast. Con el tiempo, el duende dibujado por Nast evolucionó a la imagen del barbudo barrigón sonriente con las vestimentas de colores de la marca: blanco y rojo.

La Coca-Cola Company ha logrado manipular la “sed” de millones de personas a través de su marketing y se convirtió en patrocinador de deportes, incluyendo el fútbol, no solo el de las superestrellas, sino también el de ligas juveniles e infantiles de África y América. Sin embargo, crear letreros y audiovisuales no es lo mismo que “domesticar” el ego de deportistas como Cristiano Ronaldo, quien, a pesar de haber ganado millones promocionando la gaseosa, hace días, en una rueda de prensa en Budapest, durante la Eurocopa, apartó dos botellas de Coca-Cola y pidió solo agua, enfatizando su preferencia por lo saludable.

Un Cristiano (Ronaldo) se dio el lujo de hacer lo que Santa Claus no puede hacerle a una empresa porque se puede manejar la publicidad pero hasta el mejor sponsor no controla a un ser humano, y menos a uno que mete goles inesperados.

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