Presidente de India, Narendra Modi (Photo by Money SHARMA / AFP)
Presidente de India, Narendra Modi (Photo by Money SHARMA / AFP)

“RRR” es una de las películas más vistas durante los últimos meses. Es una producción “made in India” que, a diferencia de las de la millonaria industria de Bombay, Bollywood, fue hecha por la de Tollywood, en la provincia de Bengala Occidental, cuyo cine es en idioma telugu, a diferencia del idioma hindi de Bollywood.

Desde la consolidación en el poder del partido nacionalista y fundamentalista hindú BJP, del actual presidente Narendra Modi, India está experimentando una transformación profunda con respecto a los gobiernos que estaban en manos del Partido Nacional del Congreso fundado por Jawharla Nehru, padre de Indira Gandhi, cuya dinastía parece estar destinada a mantenerse en la oposición. Modi, en el poder desde 2014, es uno de los muchos “autócratas electos” de nuestros tiempos que propaga la influencia del hinduismo por encima de las otras religiones y se ha hecho de la vista gorda ante la persecución de milicias radicales hindúes, contra comunidades musulmanas.

RRR (Rise, Roar, Revolt o Surgimiento, Rugido y Revuelta) se trata de una historia de la lucha por la independencia india contra el imperio británico inspirada en dos figuras históricas de comienzos del siglo XX, que, según investigaciones históricas, no se conocieron en la realidad. Su director S.S. Rajamouli hizo una superproducción que deja a Rambo, Duro de matar y tantos otros films hollywoodenses como cuentos de cuna con la espectacularidad de grandes efectos especiales, acrobacias y bailes plenos en contenidos religiosos, nacionalistas e ideológicos.

Si el principal referente de la independencia de la India fue Gandhi, con su método de desobediencia civil no violenta, RRR lo ignora porque el Mahatma es una figura asociada al partido opositor del gobierno de Modi y de una India de tolerancia religiosa. En cambio, el film exalta a personajes históricos venerados por la ideología hinduista y nacionalista que sirve muy bien para las relaciones públicas (RRPP) y el adoctrinamiento del régimen actual de la India.

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