(Foto: iStock)
(Foto: iStock)

La nanotecnología es el campo científico en el que se aplican la química, la biología molecular y, sobre todo, la física en lo que respecta a la construcción de semiconductores y microchips.

En una isla del Pacífico, Japón, un científico, Norio Taniguchi, acuñó el término ‘nanotecnología’. En 1974, otra isla del mismo océano, Taiwán, tiene la industria más importante de fabricación de microchips a nivel mundial, la TSMC, de la cual dependen tanto Estados Unidos como China para proveerse de este componente que permite el funcionamiento de autos, armamentos sofisticados, teléfonos celulares, GPS, computadoras y muchos de los instrumentos que nuestra generación utiliza para desplazarnos, comunicarnos, trabajar y vivir con comodidad.

MIRA: [Opinión] Ariel Segal: ¿dos petros? (I)

Olvidemos el viaje polémico de la presidenta del Congreso de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán y concentrémonos en un acontecimiento más importante para la potencia americana y la asiática sobre Taiwán: recientemente el Congreso norteamericano aprobó la Ley de Chips y Ciencia invirtiendo 52 mil millones de dólares en incentivos para impulsar la manufacturación masiva de chips en ese país y, además, prohíbe expandir la fabricación de estos en plantas que ya funcionan en China y estimula que la compañía taiwanesa TSMC abra más fábricas para la elaboración de estos dispositivos en EE.UU. y así depender menos de un lugar bajo la sombra de una posible invasión china.

Esta legislación significa un reto que el gigante asiático percibe como una provocación, ya que, al igual que su gran rival comercial norteamericano, China depende de la importación de microchips de Taiwán. La guerra de los chips entre las principales potencias es ahora la principal razón de tensión geopolítica del área del Pacífico.

VIDEO RECOMENDADO

Entrevista Luis Lamas Puccio