[Opinión] Anthony Laub: El animal más cobarde

Aunque muchos de ustedes estén pensando que el animal más cobarde es aquel hombre que aplica violencia contra una mujer (congresista o no) o un niño, ese no es. Dicen los economistas que ese título recae en el dólar y eso lo verificamos los demás en nuestro día a día, pues en el poco tiempo que lleva este gobierno en el poder, vemos cómo este “animal” huye despavorido antes que nadie de nuestro país y, si se queda, es a un costo mucho mayor.

El dólar tiene la facilidad de no necesitar de un pasaporte, una visa o un boleto aéreo. Sale muchísimo más rápido de lo que demora en ingresar. Solo la luz lo supera en velocidad cuando emprende la retirada.

La rebaja de la calificación crediticia del Perú debido al creciente ruido e inestabilidad política hecha por Moody’s, es solo el inicio de la consecuencia natural del pánico que nuestro país le infiere al dólar y que ya deja ver a sus primeras víctimas: la gente más pobre.

La falta de definiciones, como la ratificación de Julio Velarde al frente del BCR; el tener un gabinete de ministros cuestionado y poco calificado; los anuncios de intervención estatal en mercados y negocios privados; la existencia de un poder de facto oscuro detrás del presidente; las erráticas y vagas propuestas de gasto público; el desdén mostrado por la democracia y sus instituciones; y el nulo involucramiento del sector privado como motor de generación de riqueza, son los elementos que alimentan ese pánico en el dólar y con ello la destrucción y caos que deja su estampida.

La cobardía es un sentimiento que aflora ante una situación riesgosa y solo se aplaca cuando ve confianza, sensatez y tranquilidad.