La sede principal del Poder Judicial ubicada en la ciudad de Ayacucho, fue incendiada la tarde del viernes por un grupo de vándalos. (Foto: redes sociales)
La sede principal del Poder Judicial ubicada en la ciudad de Ayacucho, fue incendiada la tarde del viernes por un grupo de vándalos. (Foto: redes sociales)

En las últimas semanas, el se ha visto paralizado por manifestantes violentos que han tomado carreteras, destruido aeropuertos, saqueado negocios y puesto en riesgo de escasez de alimentos a ciudades enteras.

Las protestas son un derecho fundamental que está resguardado por la , sin importar que las exigencias sean descabelladas. Pero lo que no se puede permitir es el nivel de destrucción de bienes públicos y privados, así como tampoco bloquear las entradas y salidas de ciudades. Eso no es protestar, eso es extorsionar al gobierno manteniendo a la población de rehén.

Una encuesta publicada por Ipsos muestra que el 63% de la población se opuso al golpe de Estado de Castillo; el 62% quiere elecciones con reformas políticas y electorales previas; y el 53% considera que las protestas son organizadas por organizaciones radicales. Es decir, la gran mayoría de peruanos apoya la democracia y reconoce que hay una mano que mueve las manifestaciones violentas. Sin embargo, esta mayoría de peruanos es silenciosa porque no quema llantas, no saquea tiendas, no bloquea carreteras, no apedrea ambulancias, no destruye aeropuertos y no incendia su ciudad. Por el contrario, sale a trabajar y respeta los derechos y libertades de los demás.

Lo que se necesita ahora es permitir que se calmen las aguas y se acentúe el polvo que nubla el panorama. Hay congresistas que quieren apurar un adelanto de elecciones para aprovechar la ola de violencia que deja esta crisis y así poder introducir sus propuestas radicales que, de ser una época más calmada, nadie las aceptaría. Por ello, el Congreso y el Ejecutivo no pueden dejarse amedrentar por la violencia. Los ciudadanos que queremos paz, y un adelanto de elecciones con reformas responsables, somos más.