Cuando se inició la pandemia, una de las empresas mejor posicionadas para convertir esta catástrofe global en una oportunidad fue Netflix. El aislamiento social más el colapso de viajes, cines y oficinas fue un boom para el gigante digital. Sin embargo, el año 2022 está demostrando ser uno de los más duros en la historia de la empresa.
El anuncio en abril de que había perdido, por primera vez en 10 años, sunoscriptores causó el colapso de la acción. Antes en el año, Apple+ se coronó como el primer streamer en llevarse el Oscar a Mejor Película con CODA, a pesar de gastos multimillonarios de Netflix. Y las recientes nominaciones al Emmy aclaran que el engreído de los críticos y la academia de TV sigue siendo HBO.
Pese a todo esto, estamos empezando a subestimar al gigante del streaming, pues sigue siendo el que más sunoscriptores tiene (más de 200 millones oficiales, pero muchísimos más si consideramos los que se cuelgan del usuario de un amigo, progenitor o ex). Además, su alcance global le da una influencia económica y cultural sin precedentes. Aquí algunos ejemplos del ya conocido “efecto Netflix”.
Boom de ajedrez: En plena pandemia, vimos el inesperado auge de un deporte que millones de padres intentaron inculcar sin éxito, el ajedrez. La razón: la miniserie Gambito de dama.
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#1, 37 años después: Kate Bush vio su sencillo “Running Up The Hill” convertirse en un hit global, luego de que apareciera en la última temporada de Stranger Things.
El pico de la F1: El campeonato mundial de la FIA ha encontrado récords de audiencia y venta de tickets, y tuvo como detonante la serie documental Drive to Survive.
La serie más vista del mundo: Es testimonio del poder del streamer que la serie con mayor audiencia en la historia de la humanidad haya sido el satírico, violentísimo y coreano Juego del calamar. Un verdadero fenómeno de nuestros tiempos que no hubiera sido posible sin Netflix.