“El mundo rechaza los totalitarismos, fascismo y comunismo incluidos". EFE/ Miguel Gutiérrez
“El mundo rechaza los totalitarismos, fascismo y comunismo incluidos". EFE/ Miguel Gutiérrez

Etiquetaron de “ultraderecha foránea, fascista, racista y colonial” a unas reuniones entre políticos peruanos y representantes de Vox y Disenso.

Lo que entendimos fue que mostrarse contra la ofensiva totalitaria del socialismo del siglo XXI era un pecado. Que estuvo mal oponerse a esa “corriente nefasta, empobrecedora y enemiga del desarrollo que ha envenenado por décadas a nuestros jóvenes y tergiversado nuestra real historia” (KF). Que fue mala la preocupación por la amenaza del comunismo. Que fue impertinente reafirmar la defensa de la libertad, la democracia y la vida. Y que no fue considerado erizar los intereses, flujos y bolsillos zurdos, haciéndoles trabajar en otra falsa propaganda.

¿Creer que la propiedad te hará libre y la libertad, escapar de la pobreza, son elementos fascistas o de ultraderecha colonial? No, por supuesto que no. Mejor mírense al espejo.

El mundo rechaza los totalitarismos, fascismo y comunismo incluidos. No dejaré al comunismo suelto e invisible, como los rayos gamma de los tristes tiempos de Chernóbil.

La verdad es no olvidar. La Unión Soviética comunista y la Alemania nazi firmaron un tratado de no agresión por el que Europa se repartía entre estos dos regímenes totalitarios, allanando así el camino hacia la Segunda Guerra Mundial. Por ese pacto de amistad nazi-soviético Polonia fue invadida; primero, por Hitler, y dos semanas más tarde, por Stalin. Y, por si eso fuera poco, Rusia perdió en la guerra civil un millón y medio de personas y en los primeros cinco años de gobierno de Lenin, de hambre y frío, casi 30 millones de seres humanos.

Los héroes contra los totalitarismos harán la diferencia. No enfrentemos a uno que no lo es, bajándole la cabeza a otro que masacra Cuba y Venezuela.


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