“Es claro que el amor es parte fundamental en la vida del hombre. Y, como todo debe de empezar por casa, el amor a uno mismo es fundamental. La integridad, decencia, honradez, entre otros valores, forman parte del verdadero amor propio. Ese que debe de mantenerse siempre firme, como sostén de tu propia vida, fortaleza para los que proteges y ejemplo para los que te rodean. Es claro que uno de los vicios más destructivos de una sociedad es la corrupción que, ajena a todos los valores positivos, demuestra su podredumbre. Nuestra sociedad está gravemente enferma y, solo con buenos ejemplos, educación, sanción y justicia, podremos enderezar ese nefasto rumbo, que asegura un descalabro cada vez mayor. Hay entonces, mucho por hacer, pero cada uno que empiece por sí mismo y por casa. Eso ya sería bastante”. (¡Bravo, Lucho!)