[Opinión] Ana Jara: Gobiernos regionales, asuman su parte en esta crisis
[Opinión] Ana Jara: Gobiernos regionales, asuman su parte en esta crisis

En todo este escenario de convulsión social en el Perú, que ya presenta visos de guerra civil, hay actores que están pasando piola y que comparten culpas con los últimos gobiernos centrales en no haber redistribuido la riqueza con enfoque de igualdad para todos los peruanos. Este es el caso de nuestras autoridades subnacionales que no ejecutan al 100% sus propios presupuestos anuales o se acercan a ese porcentaje.

No saben gastar, se quejan amargamente de que no pueden desarrollar grandes proyectos de inversión para mejorar la oferta de servicios en sus regiones a falta de dinero, pero ¿y el que tienen en sus cuentas?, ¿qué de aquellas autoridades que gozan de canon minero y no lo gastan? Viven de hacer política, pero en la cancha no saben gerenciar ni se rodean de buenos gerentes, salvo excepciones. Son los gobernadores y los alcaldes los que priorizan sus necesidades, los que toman las decisiones sobre en qué invertir, ellos proyectan con autonomía su presupuesto y el gobierno central es el que se los otorga con algunos recortes, pero a condición de que gasten primero el dinero que tienen en sus arcas para poder mejorarles. Sin embargo, en la mayoría de veces ni eso cumplen, su ejecución del gasto por inversión pública (obras y bienes) deja mucho que desear; si no, veamos las cifras oficiales del MEF, que dice que, al cierre de 2022, el nivel de ejecución de los GORE fue solo del 63%, dejando de gastar S/4,553 millones, en tanto que el de las municipalidades fue de 67%, no gastando S/11,986 millones, lo que resulta imperdonable y criminal con los altos porcentajes de pobreza y pobreza extrema en el país.

En medio de esta coyuntura se aprecia a varias autoridades subnacionales criticando el mal manejo de la crisis política por parte del gobierno central, fustigando el estado de postración de sus comunidades como si ellos fueran simples terceros en toda esta tragedia, silbando al cielo ante el bloqueo de carreteras y caminos internos del país.

¡No, señores/as!, su deficiente –por no decir negligente– priorización y ejecución del gasto público que debe conllevar a mejorar la calidad de vida de sus compueblanos, reduciendo las brechas de infraestructura y de desigualdad social en sus regiones, está llevando al fracaso el proceso de descentralización del Perú cuyo principal objetivo es su desarrollo integral y en ese espíritu se distribuyó el poder político, recursos y competencias entre sus tres niveles de gobierno.

Todo esto abona también a las protestas sociales, el ciudadano de a pie se siente huérfano de representación y no confía en sus autoridades. Gobernadores, asuman lo suyo y contribuyan a buscar soluciones pacíficas.


“Su deficiente –por no decir negligente– priorización y ejecución del gasto público (...) está llevando al fracaso el proceso de descentralización del Perú”.