Dina Bolaurte brindó una conferencia de prensa acompañada por el gabinete de Alberto Otárola. (Foto: Presidencia)
Dina Bolaurte brindó una conferencia de prensa acompañada por el gabinete de Alberto Otárola. (Foto: Presidencia)

Es hora de reajustar el gabinete ministerial. El balance de gestión del pasado 9 de junio no hizo sino confirmar que el papel aguanta todo, que los ministros se limitan a leer lo que sus funcionarios de confianza les redactan: un listado de acciones y obras que supuestamente han echado a andar o ejecutado en estos primeros seis meses de la era Boluarte sin que acorde con la era digital citen el link donde podamos comprobar si es verdad tanta belleza, más allá de la “Consulta Amigable” del MEF.

La presentación del citado balance fue por demás tediosa, por momentos insufrible, porque lejos de sincerar las cosas, de un crecimiento económico mediocre y una desatada epidemia del dengue en 20 regiones del país teniendo como epicentro a las regiones del norte y centro del país que ya venían de sufrir los efectos del calentamiento del mar, con cifras escalofriantes de 201 muertos y 130 mil infectados, en su mayoría de Piura e Ica, los ministros parecían vivir en un universo paralelo, mismo Alicia en el país de las maravillas.

Hubiese sido preferible una rendición de cuentas breve, sincerando la situación del país a los rostros triunfalistas de los integrantes del Ejecutivo. Y es que poco o nada se ha avanzado en el desarrollo integral del país y en el dominio de la epidemia del dengue, sin perder de vista que cada vez son más los secuestros al paso, el chantaje y sicariato, la trata de personas en calles y plazas, las que atraen la venta de drogas, el proxenetismo, la esclavitud moderna, etcétera.

Somos conscientes de que las protestas sociales, bloqueo de carreteras y paros en rechazo a la actual gestión afectaron la economía del país, pero ya estamos por entrar al segundo semestre de 2023 y no es aceptable seguir poniendo como pretexto esto, ni la lavada de manos de: “hemos transferido dinero a los gobiernos subnacionales para que afronten el dengue”, porque eso es trasladar el problema a los municipios y regiones que están sobrepasados con la epidemia; somos un Estado unitario y las emergencias también se enfrentan como tal.

Haga cambios, presidenta Boluarte, y si le preocupan los llamados “desafectos”, personas que apartadas de un cargo se erigen automáticamente en enemigos, rótelos a otros sectores donde su performance no afecte la velocidad de crucero con que es necesario conducir al país.

Consejo: Al elegir nuevos ministros no se deje impresionar por sus grados y títulos sino por su experiencia de gestión y conducta intachable, sino basta ver la crisis del dengue. Recuerde el dicho: “En la cancha es donde se ven los gallos”.