Urge encontrar una salida ordenada, constitucional y con legitimidad que asegure una transición hacia un Estado orientado a garantizar la provisión de servicios públicos, y promotor de una economía que favorezca la inversión, el empleo y el desarrollo. (Foto: GEC)
Urge encontrar una salida ordenada, constitucional y con legitimidad que asegure una transición hacia un Estado orientado a garantizar la provisión de servicios públicos, y promotor de una economía que favorezca la inversión, el empleo y el desarrollo. (Foto: GEC)

Un presidente con carretera propia (con recursos públicos); plagiador, incapaz y corrupto, además de mentiroso (pues dijo que renunciaría al sueldo que mantiene). Tras un año desastroso, desperdició en 28 de julio la oportunidad de establecer lineamientos y un plan de trabajo. Fue un anuncio sin ‘sorpresas’, lleno de medias verdades y manipulación de cifras. La única sorpresa positiva habría sido su renuncia, lo que parece improbable ante la necesidad de mantener un manto presidencial protector para obstruir la justicia frente a acusaciones de corrupción. Anunció convertir Palacio en un museo y ha terminado siendo una comisaría. Estamos ante un ‘aprendiz’ de presidente, cómo poner nuestra salud en manos de incapaces o nuestras vidas con un chofer sin experiencia. La falta de preparación era evidente desde la campaña.

El mensaje de 28 de julio podría ser el último si el Congreso obtiene los votos y agallas para vacar al presidente más incapaz de la historia del Perú.

El Perú no es ni ha sido el país de las maravillas, pero estamos en el peor momento. Es imposible la reactivación económica con funcionarios no aptos para el cargo, con más de 60 ministros en un año.

Lejos de rendir cuentas, ‘pintó una situación inexistente’, pretendió victimizarse, apropiándose de obras y cifras que no corresponden a su pésima gestión con inflación, dólar subiendo, desempleo, deficiente gestión de recursos públicos y alza de precios. Comparar cifras de 2022 con las de la pandemia es un engañamuchachos. El país está literalmente en retroceso: la pobreza afecta al 25.9%, la informalidad al 76%, la inversión privada tiene 0% de crecimiento y solo 3% de la ciudadanía cree que avanzamos mientras la percepción de retroceso es la más alta en 31 años (desde el terrorismo).

¿Castillo no tiene capacidad para ver la realidad? O pretende autoconvencerse de su propia ficción. Es incapaz hasta para darse cuenta de su fracaso, del aislamiento y de su incompetencia para gobernar el Perú.

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