[Opinión] Alfredo Ferrero: “Economía Perú 2023: Año para sobrevivir”

Para 2023 era urgente retomar la senda del crecimiento. Con Castillo (el peor escenario hasta el 2026) ello era imposible y con Boluarte el escenario se ha complicado por la conflictividad política y social y por el adelanto electoral incierto. Desde 2021, con Castillo se produjo una fuga masiva de capitales, con un descenso dramático de la inversión privada. Para la inversión, la verdadera “estabilidad” podría llegar al conocerse los próximos presidente y Congreso, después de pasar por seis jefes de Estado desde 2016.

El 2023 llega con marcada desconfianza y desaceleración de la actividad productiva tras un 2022 de un nefasto gobierno de Castillo (hoy vacado y detenido).

El crecimiento en 2022 fue de 2.6%, debajo del 3.3% proyectado; para 2023 se calcula un mediocre 2%, varios sectores no llegan a cifras prepandemia, inversión privada en cero, empleo por debajo de 2019, ello agravado por protestas y vandalismo que contrajo 1.4% la economía en enero. La propuesta Con Punche Perú del MEF propone medidas sectoriales con impacto fiscal, pero serían insuficientes.

La economía peruana, aunque resiliente, hace tiempo crece por debajo de su potencial (5.5% – 7%), ello debido a factores internos y lastre político. Estamos desaprovechando el buen ciclo del precio de los metales sin nuevos proyectos. ¿Cuánto creceríamos con la coyuntura política estable y un Estado eficiente?

El escenario mundial muestra sombras: inflación, guerra europea, posibilidades de recesión, crecimiento incierto de China. Ante ello, Perú debió activar sus motores económicos, los cuatro fantásticos: minería, agroindustria, pesca y turismo (de difícil coyuntura por la violencia interna registrada).

A todo esto habrá que sumarle el fracaso de la regionalización que necesita ser replanteada. Por todo ello, 2023 parece un sueño para sobrevivir.

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