[Opinión] Alfredo Ferrero: “2023 economía mundial: año de transición”

El año 2022 pudo haber sido un periodo de recuperación económica mundial tras superar la pandemia del COVID-19, pero el escenario fue afectado por la invasión de Rusia a Ucrania con riesgo de escalada de guerra nuclear. El conflicto gatilló la crisis energética por el aumento del precio de la energía, petróleo y gas (Rusia es el principal proveedor de petróleo europeo); y los mayores costos de transporte y logística se trasladaron como mayores precios en los productos de consumo; ello determinó un espiral inflacionario donde los ingresos compran menos bienes.

Este 2023 será de observación ante una guerra aún en marcha y con la inflación amenazante. El control y reducción de esta será primordial. China, la segunda economía del mundo, tuvo crecimiento debajo de previsiones, 3% vs. 5.5% proyectado; hay expectativa por mejores perspectivas de crecimiento en los resultados económicos para 2023 tras relajarse las medidas de COVID Cero. Lo que ocurre en China impacta en la economía mundial, pues es gran comprador de materias primas, agroindustria y proveedor de productos tecnológicos e industriales.

Otra preocupación es la amenaza de desaceleración (softlanding) o recesión en la economía de EE.UU. –la más sólida del planeta y consolidada superpotencia– ante la desaceleración china, con Rusia enfrascada en una guerra que no termina, Alemania en una complicada coyuntura europea y Japón estancado hace años. El FMI advierte que la economía mundial podría caer en recesión y proyecta un crecimiento mundial de 2.9%. A favor de la Economía Mundial podría darse: el fin del conflicto europeo, control de inflación con proyección de reducción de tasas de interés, estabilidad política mundial sin sobresaltos por Corea del Norte, Rusia, Taiwán y la relación China-Estados Unidos (tras incidente por el ‘globo espía’).

Mientras tanto, el Perú es afectado por el escenario de inestabilidad política, social y conflictividad.

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