“Como gobierno evidencia una absoluta incapacidad de gestión, creando, además, políticas de Estado antiempleo, contrarios a los intereses del ciudadano”. (Foto: Flickr Franco.A Herrera)
“Como gobierno evidencia una absoluta incapacidad de gestión, creando, además, políticas de Estado antiempleo, contrarios a los intereses del ciudadano”. (Foto: Flickr Franco.A Herrera)

Siempre me ha admirado el gran desarrollo de las antiguas civilizaciones como Grecia y Roma. En el año 500 a.C., el matemático griego Pitágoras, con su teorema de triángulos rectángulos, y Arquímedes en el 250 a.C. con su punto de apoyo como palanca, formularon cálculos matemáticos que se usan hoy en la ingeniería moderna. También la filosofía y la política griega, centradas en el desarrollo humano, crearon la primera democracia en el siglo VI a.C.

El Imperio Romano se expandió por todo el mediterráneo, Asia Menor y el norte de África, adoptando de las civilizaciones conquistadas, todo su conocimiento, para procurar la prosperidad de sus ciudadanos, la cual alcanzara su máximo esplendor con Trajano en el año 100 d.C., con la Pax Romana, culminando esta con la crisis del siglo III, en el año 206 d.C.

Esta crisis marcó el inicio de un Estado socialista; los políticos de turno comenzaron a tapar la corrupción con Panem et Circenses (pan y circo); se dieron subsidios al pan, dañando la economía del productor de trigo y dilapidando el ahorro interno, generando inflación, luego vinieron el control de precios, las movilizaciones sociales y el abandono del campo para obtener los bonos de subsidio en Roma. ¿Alguna similitud con el postulado de la izquierda actual?

Jesús Huerta Soto, profesor de economía política de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, postula que fue el socialismo y no los bárbaros lo que acabó con el Imperio Romano y sumió a la civilización en una época de obscuridad y depresión que retrasó la evolución humana por más de 1,000 años (*). Recién en el siglo XVIII, los ciudadanos de occidente recuperaron la calidad de vida de sus antecesores en el Siglo II.

El daño que la izquierda le ha hecho al Perú es inconmensurable: Como gobierno, evidencia una absoluta incapacidad de gestión, creando, además, políticas de Estado antiempleo, contrarios a los intereses del ciudadano quien por ello se refugia en la informalidad. La izquierda ha construido también una falsa retórica de odio culposo contra Fujimori que ha calado en gran parte de la población, y por afinidad, contra la Constitución del 93, contra la economía de mercado y contra el sector productivo formal.

Si no podemos constituir una clase política de centro, comprometida con todos los peruanos y sin temor a mostrar cómo la inversión privada es el único remedio contra la pobreza, me temo que estaremos condenados a otros 201 años de subdesarrollo y miseria.

*Basado en el libro de Peter Temin The Roman Market Economy.


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