“La pataleta del premier y de su protegido se da en un contexto de investigación por corrupción a cargo del Ministerio Público, cuyas evidencias apuntan a la casa de Pizarro”.
“La pataleta del premier y de su protegido se da en un contexto de investigación por corrupción a cargo del Ministerio Público, cuyas evidencias apuntan a la casa de Pizarro”.

La semana pasada, el presidente Castillo, acompañado por su esbirro, el pataletudo premier Torres, pisoteaba la institucionalidad del país con amenazas en nombre del pueblo. Hemos oído a las máximas autoridades del Perú incitar a la violencia radical para cerrar el Congreso y forzar el cambio de la Constitución.

La pataleta del premier y de su protegido se da en un contexto de investigación por corrupción a cargo del Ministerio Público, cuyas evidencias apuntan a la casa de Pizarro. Hasta la fecha hay seis investigaciones abiertas por la Fiscalía a Pedro Castillo y su entorno familiar. Con razón el recién elegido presidente pretendió gobernar desde la casa de Sarratea.

Esta retórica es utilizada por los aspirantes a golpistas en busca de justificación: se victimizan, señalando a un enemigo imaginario del pueblo (la prensa y los monopolios), desacreditan a las instituciones democráticas (Poder Judicial, Fiscalía, Congreso) y se infiltran en los organismos electorales con el fin de crear una fachada democrática.

Sucedió así en Venezuela bajo la dirección de Cuba. Por ello, Vladimir Cerrón y el espía cubano, nombrado embajador en el Perú, Carlos Rafael Zamora (el Gallo) son piezas críticas en este potencial descalabro institucional y a quienes no debemos perder de vista.

El Congreso es un desastre y está plagado de ‘niños’ vendidos y violadores que despachan como si nada. Es un lugar donde la moral y los intereses de los electores parecen haber quedado en el olvido. El Ministerio público es el fiel de la balanza. Bajo la dirección de la Dra. Benavides, el Ministerio Público ha cambiado el show mediático por el cumplimiento de su misión: prevenir y perseguir el delito y velar por la recta y efectiva administración de justicia. Caiga quien caiga.

Hace unos meses escribí en esta columna el siguiente texto:

“Esta semana la Junta Nacional de Justicia eligió por unanimidad a Patricia Benavides Vargas como fiscal de la Nación, fundamentando su elección en atributos personales como su solidez ética, además de su serenidad y templanza. Sin duda, atributos que debe tener un fiscal de la nación. Merece por ello nuestro voto de confianza.

Le toca ahora a la Dra. Benavides enmendar el rumbo que el Ministerio Público ha tomado (...) Los peruanos necesitamos justicia y acabar con la lacra de la corrupción. Necesitamos volver a creer en la justicia peruana y tener seguridad jurídica. Para ello la Fiscalía es una pieza fundamental. Felicitaciones por el nombramiento Dra. Benavides. Se espera mucho de usted”.

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