"Pero más me preocupan algunas cosas que EGV ha dicho y escrito, como que “Yo no veo diferencia entre Fujimori y Abimael Guzmán”, “No hay pensadores de derecha en el Perú. La derecha no existe intelectualmente”. (Foto: GEC)
"Pero más me preocupan algunas cosas que EGV ha dicho y escrito, como que “Yo no veo diferencia entre Fujimori y Abimael Guzmán”, “No hay pensadores de derecha en el Perú. La derecha no existe intelectualmente”. (Foto: GEC)

Pocos puestos son más apetecidos, especialmente por nuestros intelectuales izquierdistas, que aquel de “agregado cultural” en una embajada peruana en el exterior. Se trabaja poco, se gana bastante sin pagar impuestos, se tiene status diplomático y se huevea harto con los amigos intelectuales “progres” locales. Europa es así muy codiciada, especialmente capitales como , París o Roma, donde un agregado cultural percibe unos US$ 10 mil mensuales limpios. Por eso el cantante Francesco Petrozzi le pidió ese puesto en Alemania, como premio consuelo, a Vizcarra después que dejó la cartera de Cultura por su maltrato al colega Hugo Coya en Canal 7.

Hace unos días me llamó la atención que una de las primeras medidas del canciller comunista Béjar fue cesar a nuestro agregado cultural en Madrid. Inmediatamente sospeché que Béjar estaba preparando esa plaza para algún tipo cercano. ¡Y acerté! Béjar nombró ayer allí a Eduardo González Viaña (EGV), un novelista contemporáneo suyo (casi 80 años), tan comunista como él. Además, ambos se declararon públicamente seguidores del dictador Velasco y este EGV apoyó a las guerrillas de Béjar.

No niego la buena pluma de este señor, pero ser escritor no necesariamente te califica para ese puesto, menos aún con una edad para la que no estás para muchos trotes. Pero más me preocupan algunas cosas que EGV ha dicho y escrito, como que “Yo no veo diferencia entre Fujimori y Abimael Guzmán”, “No hay pensadores de derecha en el Perú. La derecha no existe intelectualmente” (nota: ¡Vaya que es tolerante y egocéntrico!) y “Sin embargo, los abogados de Guzmán están acusados de terrorismo”. También me subleva que EGV haya calificado repetidas veces de “presos políticos” a los senderistas, defendiendo el indignante “mausoleo” de estos. Una pena que un extremista así se venga a ganar unos $120 mil anuales del presupuesto público en Madrid.