Manifestaciones en Puno. (Foto: EFE/ José Sotomayor)
Manifestaciones en Puno. (Foto: EFE/ José Sotomayor)

No me sorprende que haya habido esa cantidad de muertos en Juliaca, porque desde hacía rato se estaba gestando allí un peligroso cocktail, con ingredientes muy explosivos: un ambiente político muy envenenado por Evo en una ciudad difícil, pues Juliaca es como salida del antiguo Far West (campean allí incontrolables el contrabando “culebra”, el trasiego de oro hacia Bolivia, el narcotráfico, la informalidad más extrema y la piratería). Súmesele a eso un antilimeñismo fanático, mucha demagogia procastillista y manipulación del Movadef, ganas de los agitadores de que haya muertos para su macabro marketing político, radios incendiarias, gente traída del campo con engaños venenosos y dineros raros, curas rojos y esa psicología tan complicada de los aimaras (los quechuas cusqueños son fáciles al lado). Detrás, además, tenemos esa nueva estrategia de los extremistas de mangonear a las masas para que ataquen los aeropuertos. Y aunque La República, muchos coleguitas que siempre quieren quedar bien, muchos opinólogos siempre políticamente correctos y muchos niñatos caviares de Lima no lo entiendan, NO puedes asaltar un aeropuerto, ni el Estado te puede permitir que destruyas un activo público tan importante y estratégico como ese. Sabes muy bien que te juegas la vida si te metes a atacar un aeropuerto pese a las advertencias de las fuerzas del orden. Por allí Jorge Bruce, Levistsky o algún otro sostendrán tonteras como que los soldados mestizos o indígenas disparan contra manifestantes mestizos o indígenas porque son racistas o que por qué solo mueren indígenas en Puno y Ayacucho (evidentemente porque son la aplastante mayoría demográfica del lugar. No van a morir escandinavos o chinos en la sierra peruana). En fin, a esperar que las cosas se calmen y dejen de perderse vidas. Espero que Boluarte no pierda los papeles.

MIRA: [Opinión] Aldo Mariátegui: “El susto brasileño”

PD.: Por fin sacaron a Forsyth y Rodríguez Cuadros. Se les acabaron los más de US$20 mil mensuales que ganaban ambos caraduras por ser “chalecos” de Castillo.

VIDEO RECOMENDADO

Protestas Puno