¿Quién parió a Milei? Los gángsteres de los peronistas. ¿Quién parió a VOX? PODEMOS (y también los independentistas catalanes). ¿Quién parió a Bolsonaro? Lula, Dilma y los demás gánsteres del Partido de los Trabajadores. ¿Quién parió a Trump? La delirante ala izquierda del Partido Demócrata (Sanders, Warren, Ocasio), tras abandonar el cuerdo centrismo de Bill Clinton y la caviarada moderada de Obama. ¿Quién parió a Le Pen? Los insoportables socialistas franceses. ¿Quién parió a Meloni? La inútil izquierda italiana. ¿Quién parió a Franco? Francisco Largo Caballero y otros loquitos marxistas de ese estilo. ¿Quién parió a Mussolini? Los muy radicales partidos Socialista y Comunista italianos con sus huelgas, violencia y agitación perpetua. ¿Quién parió a Videla? Los terroristas de los Montoneros y el ERP. ¿Quién parió a Bordaberry? Los terroristas Tupamaros. ¿Quién parió a la dictadura brasileña? La torpeza del presidente zurdo “Jango” Goulart. ¿Quién parió a Fujimori? Sendero Luminoso y el MRTA. ¿Quién parió a Uribe? Las FARC. ¿Quién parió a Pinochet? Allende, Carlos Altamirano, y los terroristas orates del MIR (encabezados por su sobrino Andrés Pascal Allende).
Todos los casos expuestos anteriormente refuerzan mi tesis de que, parafraseando a Marx y su “la violencia es la partera de la Historia”, se puede afirmar que “la izquierda es la partera de la derecha más dura, el populismo de derecha, los dictadores de derecha y el fascismo (que no todos estos son iguales, como afirman los ignorantes o los demagogos)”. Sin las actitudes maximalistas, agresivas e infantiles que estas ultraizquierdas, izquierdas demagógicas e izquierdas duras manifestaron, todas estas sociedades hubieran seguido tranquilas en la moderación y la democracia. La población termina apoyando las soluciones más rudas y radicales básicamente por culpa del ambiente que antes crearon estas izquierdas, que mataron adversarios, destrozaron economías y polarizaron sociedades. ¡Maldita sea la izquierda!