[Opinión] Aldo Mariátegui: “El diluvio que viene (en Bolivia, Colombia y LR)”. (REUTERS/Agustin Marcarian
[Opinión] Aldo Mariátegui: “El diluvio que viene (en Bolivia, Colombia y LR)”. (REUTERS/Agustin Marcarian

Tras los ataques de Bolivia y Colombia a Perú no solo se encuentran motivaciones ideológicas sino también el lanzamiento de cortinas de humo para esconder serios problemas económicos.

Todo apunta a que muy pronto habrá una devaluación muy fuerte en Bolivia, cuya economía no aguanta más ese viejo esquema de un tipo de cambio casi fijo, situado en alrededor de 6.90 bolivianos por dólar desde el 2011 y respaldado actualmente por unas muy escasas reservas internacionales netas (RINs) de US$ 3,871 (solo para comparar, Perú tiene US$ 74 mil millones), donde lo trágico es que solo la décima parte de estas son divisas de disponibilidad inmediata (el resto es oro para vender o “giros” del FMI. En comparación, el BCR de Perú puede usar US$52 mil millones de su Posición de Cambio al toque).

Y en Colombia, a Petro ya se le disparó el dólar, que ahora anda por los 5,000 pesos por cada billete verde frente a los 4,300 pesos cuando asumió, además de que la economía se le ha parado casi en seco este año, pues ya se le acabó la viada que le dejó el gobierno anterior, se excedió en el alza de los impuestos y su reciente radicalización verbal ha asustado a los agentes económicos.

Siempre me preguntaré como los colombianos pudieron ser tan estúpidos de elegir a un guerrillero de presidente... Bueno, aquí elegimos a un fronterizo como Pedro Castillo y aún hoy existe un montón de gente que protesta por él. Pero en Colombia siempre se votó mucho mejor que en Perú.

Con este rojo Petro en el poder, ya veo por qué la nefasta caviaraza coleguita Clara Elvira Ospina no se ha regresado a su país y sigue fregando por aquí después de todo el daño que los Miró Quesada le permitieron por años que haga desde el Canal 4 y Canal N. ¡Aunque conociéndola, pronto desplazará a Charly Castro, Lauer y AAR para quedar como la mandamás de La República! Tal como decía ella en su microprograma literario (porque esta se jura una intelectual), estos incautos no se imaginan “el diluvio que viene”.