[Opinión] Aldo Mariátegui: ¿Ahora sí llega el lobo?

-Soy veterano de varios momentos convulsos y raros en nuestro país y mi olfato me hace sentir que podríamos estar en un momento de quiebre (el turning point de los anglos), en esta atmósfera en que sorpresivamente se han superado ampliamente los 52 votos para que la vacancia avance, Castillo va a acudir al Congreso a dar un discurso que ha generado todas las especulaciones (desde adelanto de elecciones hasta el cierre del Legislativo, pasando por hipótesis mucho menos extremas), un testigo clave como Bruno Pacheco se tira para atrás después de extrañamente ofrecerse como “colaborador” (a secas) de la justicia y la ponderosa Digimin acaba de entregarse a un general PNP cerronista. Ya se ha gritado “viene el lobo” muchas veces, se ha hablado de revelaciones nucleares y al final todo sigue igual. Pero como que en estos días el feeling es más intenso…

-Parece que el ministro Graham ha decidido que el MEF recupere su usual primacía en el gabinete y por eso no es casual que haya dado dos entrevistas simultáneas a dos medios escritos importantes, dejando bien en claro que no está dispuesto a dejar pasar las barbaridades que provienen de la roja ministra de Trabajo (fin de la tercerización, aumento del sueldo mínimo, encarecimiento del despido, negociación colectiva estatal sin frenos, apertura total de las cuentas de las AFP) y del Congreso (pago de estratosféricos S/42 mil millones por Fonavi). El pulseo MEF ortodoxo-Trabajo heterodoxo está en acción y solo queda observar quién le dobla la mano al otro. 

-Muy bien que los exestudiantes de Ingeniería de la PUCP rechacen que la antiminera Mirtha Vásquez dicte clases allí. Ya estuvo bueno que se haya regalado tanto esa universidad a los rojos sin chistar.

-El modesto y polémico gerente general de Petroperú, Hugo Chávez, declara a Correo que es “uno de los mejores economistas de nuestro país”. ¡Fuiiirrraa!

-El IDL y Mohme están que chillan porque el TC por fin cerró el caso El Frontón, que tiene casi 36 años dando vueltas. Se pasan de enfermos con sus odios.