[OPINIÓN] Abraham Levy: “La Alta Boliviana”. (Foto: Agencia Andina)
[OPINIÓN] Abraham Levy: “La Alta Boliviana”. (Foto: Agencia Andina)

En el contexto atmosférico en el que se establecen los patrones climáticos estacionales –es decir, las características que corresponden a cada estación del año– es particularmente importante que, ante la llegada del verano, un gran movimiento de aire en forma de un remolino a gran altura se sitúe girando en sentido antihorario sobre Sudamérica y particularmente sobre Bolivia.

Es un patrón muy estable una vez formado y se ubica por encima de los más altos picos de la Cordillera de los Andes. El calor del sol tiene mucho que ver con la formación de este patrón, que no es otra cosa que un sistema de alta presión en las partes altas de la atmósfera. Si una circulación es antihoraria, es alta presión en el hemisferio sur. Lo opuesto es baja.

Ya se formó la Alta Boliviana. Tiene la virtud de arrastrar debajo de ella la humedad amazónica y depositarla en todos los valles interandinos, produciendo –con el calor diurno– la formación diaria de nubes de tormentas que determinan la estación de lluvias en Perú.

Ya empezó a llover. Ahora necesitamos que estos patrones se mantengan y la naturaleza hará lo suyo y nos devolverá la tranquilidad que la observada falta de lluvias nos impone.

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