(Getty)
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-Me llamó mucho la atención la gran cantidad de publicidad del Estado que ayer apareció en el diario La República, publicidad estatal que no encontré ni remotamente en otros diarios, tanto por contenido como por cantidad. El MEF le puso dos páginas enteras (páginas 12 y 13), al igual que Osinergmin (páginas 17 y 19). El Minsa fue un poquitín más recatado y solo le encargó una página entera (página 23). Finalmente, tanto el Indecopi como la ANA se hicieron presentes con un cuarto de página (páginas 11 y 15) cada uno. Dado que fui director de Correo durante ocho años, hasta que Agois me hizo la trastada, algo conozco del tema y es absolutamente excepcional que el 80% de tu publicidad en un solo día sea estatal o que tengas cinco páginas y media de publicidad estatal en una edición de 32 páginas. Y no avisos sueltos y pequeños, sino avisos a toda página. Démosle a LR el beneficio de la duda y asumamos que lo de ayer se trató de una casualidad. Pero a estar vigilantes: ni extremos como la ley Mulder ni profusión de avisos estatales, a costa de nuestros impuestos, para ponerse a fondo la camiseta de Vizcarra.

-Según Maritza Espinoza, la maravillosa columnista de LR, soy un religioso conservador. ¡Plancha quemada, querida! No soy practicante de religión alguna y he sido siempre muy crítico de los curas, ya sea por rojos o por pedófilos. Y fui el primero en editorializar a favor del matrimonio y hasta la adopción gay, hace muchos años, cuando nadie se atrevía, cuando muchos de los coleguitas y caviares que se llenan la boca ahora me inventaron historias por escribir eso. Y he escrito a favor de la legalización de las drogas y la eutanasia. Si eso es ser “conservador”, ya qué puedo decir. Hay quienes no pasan la prueba PISA y escriben.

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