Partido de los Trabajadores (AFP)
Partido de los Trabajadores (AFP)

El Partido de los Trabajadores (PT) ha creado una narrativa en donde su objetivo era la reducción de la pobreza y la inequidad. Sin embargo, un estudio reciente del World Wealth & Income Database, de 2001 a 2015, cuestiona la realidad de ese discurso.

Según ese estudio, fue el 1% más rico el que más se benefició con las políticas del PT. Sus ingresos pasaron de 25% a 28% de la renta nacional. El 50% más pobre vio sus rentas aumentar ligeramente, pasando de 11% a 12%. Sin embargo, fue la clase media la que financió la fiesta de la demagogia. Sus ingresos cayeron 2%, pasando del 34% al 32% de la renta nacional.

Para beneficiar a los más ricos, y financiar su corrupción, el PT recurrió a los créditos subsidiados del banco de desarrollo, BNDES. Entre 2010 y 2015, el BNDES entregó más de US$400 mil millones de crédito subsidiado a grandes y medianas empresas allegadas al gobierno, más de cuatro veces el monto de la Bolsa Familia, y superior incluso al total del financiamiento brindado por el Banco Mundial a nivel global.

La demagogia del PT ha tenido un alto costo para la sociedad brasileña: la peor crisis económica de la historia, un retroceso de casi 10 años en la capacidad de compra de la población, 14 millones de desempleados y el aumento de la deuda pública.

En medio de una crisis económica, política y moral, Brasil está luchando por resolver los problemas dejados por el PT. Lo positivo de ese lamentable periodo es el surgimiento de corrientes de pensamiento que cuestionan la narrativa populista, luchan por acabar con la corrupción y favorecen la economía de mercado. Si esas corrientes triunfan, las cosas pueden mejorar.