Justicia de Brasil abre quinto juicio por corrupción contra Lula da Silva. (Reuters)
Justicia de Brasil abre quinto juicio por corrupción contra Lula da Silva. (Reuters)

Pasado mañana se realizará el juicio en segunda instancia de Lula da Silva. La defensa va a proponer la anulación de la sentencia del juez Sergio Moro y la Fiscalía Federal lo va a acusar de tres distintos crímenes, solicitando un aumento de la pena de nueve años y medio, y los pronósticos no le favorecen.

El juicio será todo un espectáculo político. El evento será hecho público por medio de la televisión del TRF-4, el tribunal encargado del juicio, y se difundirá en vivo a nivel nacional. El TRF-4 ha autorizado la presencia en la sala del juicio de 43 periodistas de medios internacionales y de 250 periodistas de medios brasileños y los tuits marcarán la evolución del juicio.

Lula no atestiguará y la disputa será entre el fiscal y los abogados de la defensa. Aun así, miles de personas seguirán el evento por TV, y las polémicas a lo largo del día serán intensas. Los debates serán sobre los argumentos de ambos lados y sobre las implicancias políticas de la sentencia y, al final, la opinión pública concluirá si Lula es un político corrupto o si es una víctima del poder económico.

Las reacciones del PT son previsibles. Sea cual sea la sentencia, ellos invadirán las calles para celebrar o protestar. El nivel de violencia de sus manifestaciones es la incógnita.

La importancia de ese juicio no es menor, pues no será solo Lula quien estará siendo evaluado, sino también las instituciones y jueces que lo están juzgando.

La legitimidad del Poder Judicial tendrá un rol clave para la continuidad del proceso de cambio mental y político del país. El miércoles en la noche conoceremos su capacidad para aplicar la ley bajo fuerte presión política.