Martín Vizcarra afirmó que es "necesario" un diálogo entre PPK y Keiko Fujimori. (Atoq Ramon)
Martín Vizcarra afirmó que es "necesario" un diálogo entre PPK y Keiko Fujimori. (Atoq Ramon)

Santiago Pedraglio

spedraglio@pucp.pe

En seis días más, el Perú podría tener un nuevo presidente si el Congreso vaca a Pedro Pablo Kuczynski en su sesión del 22 de marzo. De concretarse la vacancia, ¿qué tipo de gobierno sería el de Martín Vizcarra, actual vicepresidente?

Habría que descartar un “gobierno de unidad nacional”, porque difícilmente las fuerzas políticas se subirán a la nueva moto. Quizá Fuerza Popular le dé su apoyo en el corto plazo y alguna gente vinculada a ellos participe en el gabinete. Es seguro, sí, que FP estará interesada en ejercer una fuerte influencia en el Tribunal Constitucional, la Fiscalía y, en general, el sistema de administración de justicia.

La izquierda se descolgará: dirá que solo tenía acuerdo para vacar a Kuczynski y aliarse con el fujimorismo y el Apra para perpetrar el arbitrario cambio de la Constitución referido a los requisitos para disolver el Congreso. Acción Popular difícilmente participará en el eventual nuevo gobierno; habrá que esperar una generalidad tipo “colaboraremos en todo lo que consideremos positivo”. La mayoría de APP seguramente guardará una posición de neutralidad.

Caso peculiar es el de Kenji Fujimori: si la Corte Interamericana vota contra el indulto de su padre, se verá obligado a pedirle a Vizcarra que se mantenga firme. Por eso, su posición será muy cauta; y si consigue su objetivo, tendrá una deuda con él.

El gobierno de Vizcarra será débil. No tendrá bancada parlamentaria, salvo, quizá, muy pocos del actual oficialismo, y dependerá de las bondades sobre todo de Fuerza Popular. Tenderá a requerir su apoyo, como hoy PPK, salvo que intente –y logre– construir una base social propia. Podría llegar a ser, sí, un gobierno más “regional”, con la activa presencia de César Villanueva, congresista y ex presidente regional de San Martín, y de otros líderes o profesionales de origen no limeño, además de algunos empresarios o profesionales de prestigio.

En síntesis: seguirán primando la debilidad y la incertidumbre.