(USI)
(USI)

La noticia sobre el aumento de la anemia debe haber preocupado al premier Villanueva, que tan violentamente, carajo incluido, se pronunció contra ella al inicio de su gobierno (también de Vizcarra, claro). Desafortunadamente, los esfuerzos se han centrado en satanizar a la industria alimentaria en lugar de apoyarse en ella para vencer la desnutrición y anemia. Pero esta solo es una de tantas paradojas.

Odiamos al Congreso, despreciamos al Poder Judicial y con las justas toleramos al Ejecutivo, pero en un sondeo reciente de Ipsos, los jóvenes prefieren un Estado con más presencia empresarial. ¿Falta de experiencia por no haber vivido la época cuando las empresas terminaban en “Perú” y eran manejadas por quienes hoy ocupan los cargos de gobierno en los poderes del Estado? Porque Yesenia sería presidenta de un banco y Walter Ríos de otro; Becerril tendría las azucareras, claro. A Mulder le darían la prensa; seguro que Lescano pediría los supermercados, y Mamani, Minero Perú.

Si eso desean los jóvenes, algo malo han estado haciendo las empresas privadas, que no logran convencer a la sociedad sobre su aporte a la generación de empleo e ingresos, vale decir, al bienestar. Ya no basta con cumplir las leyes y pagar impuestos (si se pagan). La sociedad, con razón o no, exige más. Y lo que no da la empresa lo brinda el populismo, cuyo lema es ofrecer y, hasta cuando se pueda, repartir lo que pronto dejará de haber gracias a controles de precios, servicios baratos sin cubrir costos, subsidios a discreción. Pero la escasez demora en llegar y hay un futuro mejor, en el corto plazo. ¿Que “lo bailado no te lo quita nadie”? Preguntémosles a los venezolanos: no migran en busca de mejor clima y diversión. Huyen por empleo, medicinas y alimentos.

TAGS RELACIONADOS