Pobreza
Pobreza

¿Sorprende que la pobreza haya aumentado?

Si decidimos conocer al Perú a través de un diario o noticiero, hallaremos que, sazonado con alguna nota sobre el último intento de feminicidio o violación, este es un país donde los políticos se graban y acusan entre sí para ver quién es peor. La venganza y el deseo de algún negocio determinan sus acciones.

Los empresarios dicen que el entorno no es apropiado para la inversión; que el Estado no les da las condiciones; que los impuestos son altos; que el salario mínimo también...

Los funcionarios tiemblan ante la firma de documentos y toma de decisiones y las obras de infraestructura siguen paralizadas porque no se atreven a asumir las responsabilidades inherentes a la función pública.

A los 7 millones de pobres que no tienen para gastar S/338 al mes (y con eso pagar comida, medicinas, casa, útiles y transporte) les interesa un cuerno Lava Jato, Mamani y el salario mínimo (total, nunca lo alcanzan en sus empleos informales, y menos en sus emprendimientos, como a algún cínico se le ocurrió llamar a las actividades de subsistencia).

Hoy, el Perú se conduce mirando solo el espejo retrovisor. Pero no se puede sacar adelante un país ocupándose solo del pasado. Alguien tiene que mirar hacia adelante, hacia un destino claro.

Y eso significa que los funcionarios tendrán que asumir sus responsabilidades firmando lo que deban firmar para hacer las obras. Los cargos de ministro, vicegobernador o director no son oficinas más grandes y con auto con chofer; son la obligación de sacar adelante las obras para el país y también firmar actas y adendas, y asumir el riesgo de persecución política.

Lamentablemente, en el Perú es así.

TAGS RELACIONADOS