Corrupción
Corrupción

¿Estamos a punto de ver lo fácil que es destruir un país sin que haya guerra exterior ni violencia terrorista incontrolable? ¿Sin siquiera un dictador ignorante y corrupto perpetuándose en el poder mientras millones sufren de hambre?

¿Tendremos que reconocer que, en democracia, con perspectivas externas favorables al crecimiento económico, con Ejecutivo y Congreso liderados por personas inteligentes y educadas, fuimos incapaces, no solo de aumentar el nivel de bienestar de toda la población, sino que incluso retrocedimos?

La corrupción no es novedad. En los casos que estamos viendo, solo se requiere la interacción de oferta y demanda. La oferta por el lado de empresas inescrupulosas y codiciosas, y la demanda por parte de delincuentes con poder en cargos públicos.

Cuando trabajaba para el Banco Mundial en África, Peter Eigen veía cómo eran priorizados proyectos costosos e inútiles por encima de los realmente necesarios. Común denominador: bancos y grandes proveedores de países fuertes interesados y legislaciones en estos que permitían sobornos en el exterior, con la excusa de que era la única forma de hacer negocios.

Eliminado esto en muchos países por la labor de Eigen en Transparencia Internacional, en Brasil el sistema se desarrolló creativamente con alianzas público-privadas.¿Permitiremos que la corrupción gane la batalla porque es más importante perseguir, insultar y acusar, que dejar que el Poder Judicial se haga cargo y concentrarnos en hacer las reformas que el país requiere para que todos los peruanos tengan oportunidad de salir adelante?

Basta ejecutar una buena decisión para salvar al país.