El 81% cree que el Gobierno gasta inadecuadamente los tributos. (César Fajardo)
El 81% cree que el Gobierno gasta inadecuadamente los tributos. (César Fajardo)

Las caídas en la recaudación y la presión tributaria están asociadas a básicamente a menos crecimiento, exoneraciones o informalidad. Y ya la Sunat advirtió sobre las nuevas medidas.

Somos un país en que la evasión no es vista como delito, sino como ‘viveza’. Incluso quienes pagan puntualmente lo hacen ‘bajo protesta’, primero, porque no sienten que reciben algo a cambio: la inseguridad es un riesgo permanente que se debe resolver de forma privada con rejas, alarmas, vigilantes o el Serenazgo municipal; quienes pagan más impuestos, adquieren los servicios de salud y educación que provee la oferta privada; en carreteras concesionadas se paga peaje y, en las otras, el mantenimiento es nulo. En Europa, los altos impuestos proveen acceso gratuito a una serie de servicios cuya calidad no tiene nada que envidiar a la privada.

En el Perú, los impuestos tienen un rol redistributivo, pues una parte importante de la población necesita apoyo del Estado y los ingresos tributarios son necesarios para financiarlos. ¡Si tan solo tuviéramos buenos resultados! Pero seguimos viendo a la población desatendida en temas básicos de salud, recibiendo educación deficiente, sin acceso a agua y saneamiento…

Por otro lado, vemos que nuestros impuestos pagan los sueldos de los congresistas que priorizan su agenda personal por encima de la del país y los sobreprecios en las grandes obras de infraestructura... Como que no hay demasiados incentivos para cumplir voluntariamente.

Por ello, los esfuerzos de la Sunat son imprescindibles y deberían ser bienvenidos por quienes cumplen sus obligaciones en la medida en que apunten a reducir la informalidad que pone más presión sobre pocos contribuyentes y que constituye competencia desleal que termina minando a las empresas formales y a la creación de empleo de calidad.

TAGS RELACIONADOS