César Villanueva (César Campos/Perú21)
César Villanueva (César Campos/Perú21)

“¡Qué carajo!”. Me gustó que la expresión estuviera referida a la cantidad de niños con anemia en un país que pretende ser parte del mundo desarrollado. El reto ahora es balancear la prioridad de este y otros objetivos con el sesgo regionalista del primer ministro y el presidente. Cómo hacer que dos ex presidentes regionales exitosos, que seguro batallaron duro contra las instituciones del gobierno central, tomen conciencia de que el éxito de muchas metas planteadas requerirá de la institucionalidad y experiencia de entidades con mayor capacidad, como el Ministerio de Vivienda, a cargo de un excelente profesional como es el ingeniero Piqué. Más aun, cuando la elección de nuevos gobernantes regionales generará cambios en todos los equipos. Como suele ocurrir.

Bien que se anunciaran metas concretas para proyectos de inversión pública y privada. Valiente o temerario, permitirá hacer mediciones permanentes y, yendo un poco más allá, permite empezar una nueva labor de control a los funcionarios: la evaluación de su desempeño en función del cumplimiento de las metas de su sector. Cuidado: no basta con actividades como la transferencia de recursos o la conformación de “espacios de articulación intergubernamental” (¿?).

Hasta hoy, solo peligran los funcionarios que toman decisiones y asumen los riesgos inherentes a las mismas. Aquel que detiene los avances o paraliza las obras está siempre a salvo. Por eso, la revisión previa por parte de la Contraloría General de la República debe ser también la certificación de que no hay excusas para las demoras que originan los funcionarios pusilánimes. Es la oportunidad de sancionar conductas que ponen límites a la velocidad de la lucha contra la pobreza.

Las empresas evalúan a sus trabajadores por alcanzar metas previamente definidas. Pues, he aquí varias en agua, vivienda, formalización, educación, anemia, inversión privada, pobreza y crecimiento económico.
Les (nos) deseamos la mejor de las suertes.