Promsex denunció penalmente al pastor Alberto Santana por referirse al homosexualidad como "aberración sexual". (USI)
Promsex denunció penalmente al pastor Alberto Santana por referirse al homosexualidad como "aberración sexual". (USI)

Volviendo a probarnos que Gabo fue en realidad un escritor hiperrealista, en estos días se habla mucho del mal llamado “pastor” Santana. Ayer, un amigo comunicador me hizo el día al pasarme una foto en la que el personaje está disfrazado del Niñito Jesús de Praga, solo que con billetes que le cuelgan por todos lados. No dan ninguna risa las declaraciones de chiquillas de las que parece haberse aprovechado este merca de la fe, este Merkeko.

Estafadores que usan la fe de personas de buena voluntad hay en todos lados, pero incautas, también. Me parece muy injusto llamarle “evangélico” o “pastor”, ya que hay personas de bien a las que se llama así, personas que buscan guiar a su grey.

El también mal llamado “pastor” Linares es otro ejemplo. Está involucrado en la campaña “Con mis hijos no te metas”, la misma que enfrenta políticamente a ministros después de haber inventado la “ideología de género”, para luego demolerla. Esa ya es una corporación global, que financia a políticos, periodistas, y otros. Si googlean, encontrarán a los “pastores” Gonzales y Morales en YouTube. Paso de recibir sus enseñanzas de vida.

¿Por qué son relevantes estos mercaderes del templo, estos traficantes de la fe? Porque financian a varios políticos basura, de varios mal llamados “partidos políticos”. Se suman al narcotráfico, la minería ilegal, la tala de árboles, Lava Jato I, II, III y demás, entre otros.

Si pensábamos que ya teníamos suficiente, nos equivocamos. La política basura es aún peor. Cambiarla representa un reto aún más grande. Pero tenemos que hacerlo, aunque parezca que todavía no nos enteramos. Claro que podemos rezarle a Jesús de Praga, un Ekeko, o pedirle un milagro al Merkeko.

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