Con viento a favor. El sector financiero y seguros se expandió 7.46% al cierre de abril. (Rafael Cornejo)
Con viento a favor. El sector financiero y seguros se expandió 7.46% al cierre de abril. (Rafael Cornejo)

Volvimos a ser una economía emergente: crecimos 4.0% en el primer semestre.

Creceríamos un poco más este año. Como la economía de todos modos es más grande que el último año cuando crecimos 6.0% o más (durante el periodo 2012), este año se agregará alrededor del 90% del valor de aquel.

Efectivamente, no consumimos ni invertimos puntos del crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), sino bienes de consumo, fábricas o máquinas.

El Consejo Fiscal, un grupo de destacados economistas independientes del Gobierno, que analiza y comenta la política fiscal, proyecta que el crecimiento potencial subirá de 3.6%, en el periodo 2018, a 4.5% en 2022.

El crecimiento potencial es la velocidad de crucero de la economía. Ojalá sea así: recuperaríamos las mejoras del bienestar, después de que la pobreza aumentara durante 2017, después de retroceder por décadas.

El Consejo recuerda que la política fiscal continuará siendo expansiva este 2018, por sexto año consecutivo. Recordemos que la inversión privada se ha reducido desde 2014.

Coincido con quienes sostienen que la inversión privada, el motor de la economía en el periodo de crecimiento dinámico y sano, disminuyó por otras razones. Más gasto de mala calidad no era el camino para poder retomar esa senda.

La productividad explicó más de la mitad del crecimiento en la década ‘Goldilocks’ de la economía.

Para que esta vuelva a crecer, se necesitan reformas. La institucional, planteada, sería un gran paso hacia adelante. Una más ambiciosa, integral, mejor aún. Ahora es.

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