A diferencia de otros años, el tránsito en la Panamericana Sur se presenta fluido para quienes retornar a Lima tras el feriado largo por Semana Santa. (Geraldo Caso/Perú 21)
A diferencia de otros años, el tránsito en la Panamericana Sur se presenta fluido para quienes retornar a Lima tras el feriado largo por Semana Santa. (Geraldo Caso/Perú 21)

Odiosas comparaciones involuntarias hacemos al volver del mundo desarrollado. Solo unos días fuera y cómo jode constatar, una y otra vez, que Lima (la tres veces coronada) es una ciudad mal distribuida, sobrepoblada, agotada por el estrés de su gente. El 40% del total de peruanos están en Lima o alrededores. Solo el 12% viaja a sus destinos (hogar, trabajo, estudios) en carros privados o en taxi, por lo que resulta una falacia que esta capital tiene exceso de carros.

Santiago de Chile y Río de Janeiro tienen 172 y 263 vehículos particulares por cada 1,000 habitantes, mientras que Lima solo 108, dato proporcionado por Mariana Alegre, experta en planificación urbana. Un aproximado de 400 carros pasan por hora en una vía promedio. En cualquier lugar del mundo, la cifra es de 1,000 carros por hora. Los peruanos, en su mayoría, pasan en el escaso y mal transporte masivo nacional de 4 a 6 horas, para ir y volver a sus hogares. Esto representa, en términos económicos, S/6 mil millones o pérdidas de un 3% del PBI. No parece haber ni capacidad ni voluntad política para hacer las reformas municipales y nacionales necesarias.

No hay un Plan Maestro que nos organice, que priorice las necesidades ciudadanas. Lima tiene una red semafórica en 1,352 intersecciones, muy pocas sincronizadas y menos inteligentes. Gestionar mejor los recursos financieros y los espacios viales para el peatón, los ciclistas y el transporte público parece meta solo para locos e idealistas. Parafraseando al premier César Villanueva, ¿por qué carajos no podemos tener ciudades viables con un transporte público y privado digno? ¿Por qué Bogotá, Santiago de Chile, Buenos Aires, incluso Quito, tienen un sistema integrado de transporte ordenado y nosotros solo tenemos un calvario diario? Presidente Vizcarra, si en su gobierno logramos algún grado de seguridad vial, reglas claras y sanciones sin excepciones contra la corrupción, además de acabar con el machismo y la desigualdad de género, estaremos empezando a creer de nuevo.

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