Caso Odebrecht: Congresistas de Fuerza Popular y APRA no le temen a descargos de Marcelo Odebrecht.  (EFE)
Caso Odebrecht: Congresistas de Fuerza Popular y APRA no le temen a descargos de Marcelo Odebrecht. (EFE)

Hace un año se tomó conocimiento, desde Estados Unidos, del destape sobre el eje de corrupción de Odebrecht que comprometía a las más altas autoridades en 12 países de la región. Por supuesto, el Perú no era la excepción. Después de 12 meses de delaciones premiadas, con un Marcelo Odebrecht que pasará de la cárcel de Curitiba a una prisión dorada en su mansión de 3,000 metros cuadrados hasta 2020, nuestro país sigue girando alrededor de este escándalo, con todos embarrados, y dentro de un contexto de poderes enfrentados.

En este año del calendario Lava Jato, la tensión política, la sensación de hastío y parálisis económica, el Congreso censuró a dos ministros de Educación, renunciaron un ministro de Economía y otro de Transportes (además de primer vicepresidente). También se rechazó la confianza de un primer ministro. Se dictó prisión preventiva a un ex presidente y su esposa, y a los máximos directivos de las constructoras más importantes del país. Días antes, el 6 de noviembre, FP había denunciado al fiscal de la Nación. La cereza de la torta fue que el mismo día en que Keiko Fujimori debió responder por la anotación en el celular de Odebrecht “aumentar 500”, el Ministerio Público allanó los locales partidarios de los fujimoristas, provocando vientos huracanados en tienda naranja. Todo esto mientras se espera una decisión sobre la composición del TC por reabrir el caso El Frontón. Rosa Bartra, presidenta de la comisión, a quien acusan de obstaculizar el trabajo de la Fiscalía y de ser parcial por sus intereses partidarios, confirmó la recepción de un documento de Odebrecht en el que se afirma un pago de 782 mil dólares por siete asesorías de PPK cuando era presidente de Westfield Capital. Kuczynski, tras varias negativas como el Pedro bíblico, había finalmente admitido el sábado que con First Capital fue asesor financiero del proyecto H2Olmos. Los peruanos estamos por creer que sin Lava Jato parece no haber paraíso ni salida.