¿Atrapados sin salida? (Foto: Congreso de la República)
¿Atrapados sin salida? (Foto: Congreso de la República)

Mercedes Araoz deberá formalizar su renuncia ante el nuevo Congreso. Ella ha reiterado su intención de hacerlo oficialmente. Sin embargo, de aceptarse, el presidente Vizcarra se enfrenta al vacío constitucional que solo contempla la encargatura del despacho a los vicepresidentes, en caso de viaje al exterior. Vizcarra asumió la Presidencia tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, y solo quedó una vicepresidenta, por más “enemiga íntima” que la considere.

Todos sabemos que comenzarán las interpretaciones de los artículos constitucionales. Señalarán que el vicepresidente es un “vocero”, un “portavoz” cuando no está el jefe de Estado en nuestro territorio. En lo que sí parecen estar de acuerdo es en que de ninguna manera puede recaer el encargo del despacho en el titular del Congreso, como sugirió el propio Vizcarra, porque ello solo es posible en caso de impedimento temporal o permanente del jefe de Estado.

Hay quienes estiran argumentos y aseguran que el premier podría cumplir esa labor. Empero, podría ser riesgoso para Vizcarra actuar, otra vez, al filo de las interpretaciones constitucionales en el año preelectoral.

Meche Araoz tiene derecho a ser liberada del “yugo” de la desconfianza presidencial, y viceversa. Pero no es un camino fácil como pretenden, pese a la distancia que los separa. Araoz ha insistido en que tiene derecho a trabajar para sostenerse.

Los vicepresidentes no tienen sueldo. Esa precisamente fue la razón por la que Vizcarra le pidió a PPK la embajada de Canadá, cuando se vio obligado a renunciar al MTC por el escándalo Chinchero. Lo sano sería que Vizcarra no tenga que salir del Perú hasta el 28 de julio de 2021, cuando entregue la banda a su sucesor, tras transparentes elecciones generales, que le encuentre a Araoz un “quehacer” remunerado lo más lejos posible y que solo sea convocada como vice si es absolutamente indispensable. No sería la primera vez .