Martín Vizcarra cierra el 2018 con una aprobación superior al 60%, según última encuesta. (GEC)
Martín Vizcarra cierra el 2018 con una aprobación superior al 60%, según última encuesta. (GEC)

Para el Perú, 2018 es un año que pasará a la historia. No solo por la gran inestabilidad política e institucional que vivió el país, sino que por primera vez en la historia se está investigando seriamente a ex presidentes, políticos, funcionarios públicos y empresarios vinculados a actos de corrupción.

Así, para que esta cruzada haya llegado hasta donde llegó, el impulso que le aportó Vizcarra fue vital. Sin embargo, el precio que pagó nuestro presidente fue dejar de lado ciertos temas de coyuntura económica que, si bien son menos “sexy” para la opinión pública, pueden impactar directamente en la vida de los peruanos. Veamos.

Como algunos expertos han mencionado, la economía global no pinta bien para los siguientes dos años, lo que implica que el país enfrentará riesgos importantes, reconocidos recientemente por el BCRP, que el Ejecutivo tendrá necesariamente que sortear.

Estos son, por un lado, el estrés que están ya experimentando los mercados financieros internacionales, situación que se está tornando muy similar a la de 2008. A modo de muestra, basta con ver el desempeño de la bolsa de EUA, que en el último mes perdió el 14% de su valor. Por otro lado, si bien EE.UU. y China han acordado una tregua a su guerra comercial por 90 días, esta podría revertirse fácilmente, lo que implicaría que EUA aumentaría del 10% al 25% los aranceles a productos chinos valorados en US$200,000, lo que afectaría la demanda del gigante asiático.

En este contexto, para evitar que aquellos riesgos impacten en nuestra economía, y así en el bolsillo de los peruanos, el Ejecutivo debe empezar a impulsar de una vez la cartera de inversión privada, que asciende a US$19,000 millones (BCRP). Es hora de preocuparse por lo urgente, en lugar de lo importante.

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