La descomposición política y el caudillo mesiánico. (Difusión)
La descomposición política y el caudillo mesiánico. (Difusión)

La estrategia del populismo para tomar el poder es de manual y siempre la misma. Sin embargo, pasa continuamente desapercibida en el radar de estudiosos, periodistas, legos y opinión pública. Esa estrategia está señalada por Lenin cuando declaró que un puñado de revolucionarios solo puede tomar el poder cuando consigue descomponer el sistema político.

Precisamente en ello trabajan los antisistémicos durante el tiempo que sea necesario. Aun siendo derrotados, logran infiltrar dudas y desconfianza sobre el sistema democrático. Cuando madura este desprestigio, cuando la población ya no cree en ningún partido ni en los políticos y, más bien, los aborrece, se produce el escenario leninista donde el audaz grupo populista conseguirá acumular rápidamente apoyo y tomará el poder gracias a un discurso mesiánico que le devuelva a la gente la fe en la organización social.

Con este procedimiento, subieron Lenin, Mussolini, Hitler, Mao, Castro, Chávez, Evo Morales, etcétera.A principios del siglo XX, estos procesos se daban de forma espontánea, pero con la Revolución rusa y la china se ordenó este conocimiento de la desestabilización política y se hicieron escuelas para formar militantes alrededor del globo. Se trata de un conocimiento complejo que abarca no solo el campo militar sino sabotaje, espionaje, liderazgo, manejo de movimientos sociales, comunicación, falsificación de documentos, formación política e ideológica. El vástago más aventajado hoy día es la Cuba de Castro. Ya controla varios países, entre ellos Venezuela, Nicaragua y Bolivia y está trabajando para la descomposición final de Colombia y Honduras. ¿Estará el Perú maduro en este proceso? ¿Quién será el caudillo mesiánico?