En las últimas semanas, hemos sido testigos de cómo la ciudad se ha empezado a llenar de propaganda con la fotografía de algunos ciudadanos y el símbolo partidario de alguna combi electoral o vientre de alquiler al que nuestra legislación denomina “organización política”.
Cuando vemos estos carteles por la vía pública o en la fachada de alguna vivienda o edificio, lo primero que pensamos es que estamos próximos a las elecciones regionales y municipales y que aquellos “photoshopeados” personajes son los candidatos que representan a una organización política.
Estimado ciudadano, permítame aclararle que aún no se han convocado las elecciones regionales y municipales del próximo año, por lo que eso que ve por ahí, legalmente, no es propaganda electoral.
Por otra parte, lo que sí le sugiero es ir asimilando que aquel que está en ese cartel será el candidato que representará a la combi electoral que ha prestado su símbolo para la propaganda que está frente a su casa o en las bermas centrales o laterales de las vías por las que usted transita.
Lo anterior no es una profecía electoral sino la anticipación de hechos consumados antes de haberse llevado a cabo, pues ninguno de los que ahora vemos sonriendo en los paneles publicitarios ha sido elegido por la militancia de sus respectivos partidos y usted sabe, tan bien como yo, que ya fueron “elegidos” para ser los candidatos.
¿Y la democracia interna?
Esta es la triste realidad de nuestro sistema de “partidos políticos” que permite que cada vez tengamos peores autoridades. Por ello, urge que los organismos electorales intervengan obligatoriamente para asegurar que se realicen elecciones internas reales y transparentes.
Finalmente y si por ahí ve a más de un “photoshopeado” con el mismo símbolo partidario, no se estrese, investigue al que haya invertido más en carteles y demás, pues ese será el candidato.