Congreso aprobó participación de las FFAA en lucha contra el narcotráfico. (USI)
Congreso aprobó participación de las FFAA en lucha contra el narcotráfico. (USI)

He terminado de leer En honor a la verdad, libro de 353 páginas (bajado de Internet) editado en 2010 por la Comisión Permanente de Historia del Ejército del Perú. El general Otto Guibovich, entonces comandante general del Ejército, dedica esta obra a sus camaradas de armas que entregaron la vida en la “irracional guerra iniciada por los grupos terroristas”. Lo recomiendo para aquellos interesados en conocer la versión de nuestro Ejército.

Se reprocha que “no existió una política de Estado […] y que enviaron a las FF.AA. a solucionar un problema que no era solo militar, sino también político, social y económico”. Crítica valedera, realizada ya en 1984, por la que fue destituido el general Adrián Huamán del mando militar en Ayacucho. Los gobiernos de entonces estaban interesados solo en la rápida derrota militar de la subversión terrorista.

El libro narra las dificultades iniciales al tener que combatir contra un enemigo desconocido y escondido al interior del campesinado (discutible: Accomarca y Cayara). Reconoce los excesos de algunos de sus miembros, pidiendo disculpas por ello, y se plantea que el análisis crítico de las experiencias de los primeros años dio paso a una nueva estrategia, Manual EP 41-7 de junio de 1989, que supo desnudar los puntos débiles del enemigo.

En las seis partes del libro, se narran con pasión los continuos enfrentamientos y bajas sufridas (101 oficiales, 90 suboficiales y 876 soldados) junto con las 1,224 autoridades políticas asesinadas (y decenas de miles de campesinos inocentes).

El incesante patrullaje, trabajo de inteligencia, la acción cívica y la participación activa y armada del campesinado son considerados como las bases de la nueva estrategia que, implementada desde 1989, logró derrotar a la subversión terrorista.

TAGS RELACIONADOS