La bancada del Frente Amplio había solicitado el cierre del Congreso tras el archivo de la destitución contra Pedro Chávarry. (Foto: Difusión)
La bancada del Frente Amplio había solicitado el cierre del Congreso tras el archivo de la destitución contra Pedro Chávarry. (Foto: Difusión)

Las bancadas de Nuevo Perú (NP) y del Frente Amplio (FA) fueron las primeras en declarar que votarían en contra de la cuestión de confianza, afirmando sin tapujos que buscaban que el Gobierno cierre el Congreso y que se convoque a una Asamblea Constituyente (AC). Así, las bancadas de NP y FA buscaron empalmar con el sentido común popular cansado de ver a un Congreso manejado por una impune mayoría.

Si bien las dos bancadas sostenían que solo la convocatoria a una AC podía resolver la profunda crisis política que sufría el país, las razones esgrimidas por NP y el FA fueron distintas. Como previsiblemente serán también matizados los argumentos en la discusión que se abrirá respecto a la reforma política.

La bancada de NP señaló que estaban a favor de la reforma propuesta por el Gobierno, pero que no confiaban en la mayoría congresal. Buscaban la disolución constitucional del Congreso y su secuencia a 2021, pero la AC sería viable si ganaban esas elecciones. En cambio, el FA planteó el cierre del Congreso, “que se vaya” también el Gobierno y la convocatoria a la AC. ¡Patria o muerte!

Como referencia, la tesis del camino constituyente convocado por un gobierno democrático, tenemos la de Colombia en 1990. La AC fue convocada como producto de un acuerdo entre los partidos Conservador y Liberal, y legitimado en un referéndum. Entre otras razones, se consiguió incorporar a la legalidad al M-19.

También, la AC de Chávez y la de Evo, con participación popular y reconocida por tirios y troyanos. Algo parecido se le propuso al candidato Humala, pero no prosperó, cuando juró por el “espíritu de la Constitución de 1979”. Aunque en Chile, con varios cambios, continúa la Constitución de Pinochet.

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